ENTREVISTA- DAVID GÓMEZ ROLLÁN / FOTÓGRAFO Y CINEASTA
«Nunca dejan de preguntarse por qué fueron abandonadas»
'Mei Ming: miradas desde la adolescencia' aborda las preguntas que se hacen las niñas chinas adoptadas a medida que van creciendo
Elnortedecastilla.es/ Luis Miguel de Pablos
«Me llamó la atención ese interés y esa búsqueda por conocer sus orígenes»
«Mi propia hermana Elena, que es china, ya empezó a hacer preguntas cuando tenía 3 o 4 años»
«Ellas no se sienten fuera de sitio por estar lejos del país en el que han nacido»
Hasta ahora se le conocía por su fotografía cuidada y comprometida. Por imágenes estáticas de fondo social. También por haber formado parte de proyectos cinematográficos al lado de Gabriel Velázquez en 'Iceberg' o 'Ártico', en este caso como director artístico. Pero su curiosidad y una experiencia personal le empujaron a dar el salto al documental y a dirigir su propio proyecto después de una primera incursión con 'Vivir en el Slum'.
'Generación Mei Ming: miradas desde la adolescencia' se proyectó ayer por primera vez en el Teatro Juan del Enzina con inusitada expectación por la presencia del embajador de China en España, Zhu Bangzao, además del rector de la Usal, Daniel Hernández Ruipérez y otras autoridades, que acudieron a dar el visto bueno a una cinta que aborda las dudas que acompañan a las niñas chinas entregadas en adopción a medida que van creciendo. Confusión que David Gómez Rollán ha vivido en primera persona, hermano como es de Elena, una niña china que ya ha cumplido diez años y que aún se hace preguntas sobre su origen y cuestiona el por qué de la adopción. «No solo mi hermano, conozco a otras chicas adoptadas con las mismas inquietudes por conocer su pasado. Desde que tenía 3 o 4 años, Elena no deja de hacer preguntas. Al ver fotos, en cualquier momento,... '¿Por qué no estuve en tu barriga?', '¿Por qué me dejaron en un centro'? No es fácil de asimilar siendo tan pequeñas y por eso cuando ya están en la adolescencia, más conscientes, empiezan a encontrar respuestas», afirma el responsable del documental, que se define como un apasionado del mundo asiático. De hecho, como fotógrafo ha trabajado en proyectos tanto en España como en China e India.
Su hermana es una de las cerca de 18.000 niñas chinas que han sido adoptadas por familias españolas desde 1995, y David pensó dar voz al menos a un puñado en el documental que ha dirigido con la intención de presentarlo en otras ciudad e incluso de darlo a conocer a festivales.
Ayuda de Andeni
Para elaborar el documental, Gómez Rollán ha contado con la colaboración de la Asociación Nacional en Defensa del Niño (Andeni). «Se encargan de todos estos temas de adopción y me han ayudado bastante. Además, hablé con psicólogos para conocer otros puntos de vista y aportar a la cinta otra perspectiva», señala este salmantino, que se reconoce sorprendido por ese interés que va naciendo en las niñas adoptadas a medida que van cumpliendo años. «Me llamó la atención esa búsqueda de sus orígenes. La mayoría no recuerda porque llegan con uno o dos años a España pero, a medida que van cumpliendo años, de repente empiezan a buscar respuestas a preguntas que les han rondado en la cabeza desde muy pequeñas. Pero sobre todo, lo que me llama la atención es ese interés por saber el por qué fueron abandonadas», asegura sobre un fenómeno, el de la adopción, que fue masivo en los años 90 y que se ha ido apaciguando con el paso del tiempo, quizá en la misma medida que se ha ido perdiendo el interés por las últimas generaciones. De ahí la insistencia de David en este proyecto. «Ya no se sabe muy bien qué es lo que pasa, qué sienten, cómo se sienten con su entorno y con su realidad», comenta, subrayando que, por norma general, «ellas no se sienten fuera de sitio por estar lejos del país en el que han nacido».
El documental también aborda el entorno que se encuentran estas niñas al llegar a su nueva familia, al abrazo de sus padres adoptivos, al terrizar en un mundo desconocido que poco a poco deben asimilar de forma obligada. «Hay mucha diferencia entre ser niña china adoptada en una ciudad que en el mundo rural, donde puede ser la única chica china de la zona y eso ejerce más presión sobre ellas», explica Gómez Rollán, que establece diferencia entre las primeras que llegaron en los años 90 y las nuevas generaciones. Las mayores, de entre 17 y 18 años, eran la novedad y se las veía como un espectáculo. «Ahora ya no es así. Con el tiempo se ha normalizado», asegurando que en determinadas situaciones se las sigue tratando como chinas, no como españolas. «Es algo que ha cambiado en los últimos tres años», añade.
Ésta es la segunda incursión en el documental después de 'Vivir en el Slum', en el que David explica cómo sobrevive la población de los suburbios pobres de las grandes ciudades.