Nuestro hijo es colombiano. Nos lo asignaron con 5 meses y fuimos a recogerle cuando tenía 7 meses. La verdad, es que la espera fue larga, más de 4 años. Pero el día que cogí a mi hijo en mis brazos, se me olvidó por completo. Me acuerdo de ese día, como el momento mas feliz de mi vida y el de mi marido. Llegamos a Cúcuta ( la ciudad), la abogada estaba esperandonos en el aeropuerto, nos comentó que ibamos muy mal de tiempo, porque la entrega del niño era dentro de 1 hora. Fuimos a firmar los poderes, para que nos llevara la adopción, al hotel a dejar las maletas. Siempre había soñado con este momento, ir arreglada, llevar un peluche (por cierto lo habíamos comprado en el aeropuerto de Barajas) y de repente nos vimos en el coche camino a por nuestro soñado hijo, con la ropa de viaje, sin el peluche (se nos había olvidado). Cuando ya estabamos en la habitación del instituto de bienestar, me acuerdo que escuche,¿ir a por el bebe? en ese momento, empecé a llorar y no pare durante un buen rato. El director decía, primero la madre, lo cogí entre mis brazos, pensando que iba a llorar, ! y que va! mi hijo estaba encantado de la vida. De repente se lleno la habitación de gente, el director, la asistente social, abogada... Mi marido no paraba de admirar a su hijo. Y me dí cuenta que era su turno, y que estaba ansioso por cogerlo entre sus brazos. Nos fuimos al hotel, lo único que hacíamos era contemplarlo y leer el diario que la madre sustituta nos había dado para saber las rutinas de nuestro hijo. Nos pasamos casi toda la noche en vela, nos daba miedo que le pasara algo (es lo que suele pasar a los padres primerizos). Al día siguiente salimos a celebrarlo por todo lo grande, en uno de los restaurantes mejores de la zona. Estabamos felices, eufóricos. Y el momento mas bonito que nunca se me borrara de la mente, es cuando mi marido super emocionado, empezó a llorar de todo lo que estabamos viviendo, !como no!, le acompañe llorando (creo que es la segunda vez que he visto llorar a mi marido). Tuvimos mucha suerte, tanto nuestro hijo como nosotros por encontrarnos y ser la familia ,mas feliz que nunca hubieramos soñado. Estamos tan contentos y tan felices que hemos repetido y nos hemos metido en una segunda adopción. Espero que mis palabras sirvan de aliento a las familias que esperan que llegue su turno.